Lunes 20 de Enero de 2014. Día
10.
Empieza el día
con cierto movimiento. Un par de llamadas antes de las 8 y media, que no está
nada mal. Llamo de vuelta. Son un par de agentes para hacerme el cuestionario
de rigor. Se ve que colgar el CV en otras cuantas webs el viernes ha surtido
efectos.
Cuelgo y me
llegan malas noticias desde España. Asunto familiar de cierta gravedad, del que
prefiero no dar detalles. Me movilizo y hablo con mi gente. Creemos que es un
asunto que podemos gestionar, pero es un tema que deja todo el resto de asuntos
en segundo plano. Y eso incluye la búsqueda de trabajo. Curiosamente las
noticias no me afectan mucho así de primeras.
Salgo a jugar al
tenis ya que había quedado y no quiero dejar colgados a mis amigos del club. El
mal día, curiosamente, no afecta a mi juego. Es más, a cuenta del disgusto la
pareja oponente se lleva una paliza considerable.
Miro los anuncios
del día y mando un par de currículums.
Me da el bajón. Dejo que trascurra el día sin más para reflexionar sobre
esas cosas que son más importantes que todo lo demás. Me gustaría presentarme
en Madrid pero me contengo. Hay que permanecer frio. Saldremos adelante. Pero
tengo que estar ahí apoyando a los que sufren. A los míos. Cancelo un
compromiso que tenía para estar totalmente disponible para hablar y para tratar
este asunto con mi Santa, que tiene la virtud del sentido común. Mañana será
otro día.
Me dicen que lo
de TomTom, a pesar del test desastroso que hice, sigue vivo. Bueno, mejor así.
El agente tiene razón. La cosa sigue adelante hasta que no nos digan que no
están interesados.
Martes 21 de Enero de 2014.
Día 11.
Casi nada que
mencionar hoy porque mi atención ha estado al 100% en estar en contacto con la
familia en Madrid. Un día durísimo. El problema, que es muy serio, me está
afectando mucho. También a mi gente en Madrid. Mi hermana pequeña se desplaza
desde Valladolid para hacer piña, que ahora mismo es lo suyo. Decido volar a
España lo antes posible. Afortunadamente los billetes tienen un precio muy
bueno para la poca antelación. Iría igual en cualquier caso.
Dicen que a veces
Dios escribe recto con renglones torcidos. Este episodio es desagradable y una
distracción a la hora de buscar trabajo. Pero yo sé cuáles son mis prioridades.
Ahora mismo sólo importa la familia y nadie más que la familia. Mis padres no
se cansan de decirme que no vaya, pero tengo que ir. Se alegrarán de verme.
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