Estimados lectores,
Un buen amigo mío
de Madrid me recrimina a menudo mi dejadez a la hora de votar. He mantenido
durante tiempo que la abstención es la única forma en la que al menos puedo estar
seguro de que no soy partícipe del pasteleo indecente de nuestros políticos.
Tengo buenas noticias para él. ¡He votado por correo en las Elecciones Europeas!
He cambiado mi
postura por una razón básica de pragmatismo, no porque opine que la abstención no
sea una conclusión racional y legítima en los difíciles tiempos que corren. Me
explico. Absteniéndome simplemente me sumo a esa masa ignorada que incluye al
que por descuido no figura en el censo, el perezoso, el que no va al colegio
electoral porque llueve, el que no se ha acordado y ha salido de fin de semana,
etc. La abstención es ignorada y salvo que fuese una cifra exagerada carece de
lectura política.
Sin embargo,
votando se contribuye a alterar cifras que no pueden ser ignoradas. Porcentaje
de personas que votan a cada partido, por poner un ejemplo. Cada voto que va a
cualquier opción, tenga o no representación, no va al caldero del partido único
que nos desgobierna bajo siglas que se alternan, se tapan y se guiñan el ojo
cuando hay un relevo de gobierno.
No tengo
inconveniente en declarar abiertamente que no he votado ni al PSOE ni al PP. O
al partido único que algunos denominan PPSOE. Yo prefiero PSOPE, que suena a
sigla de partido casposo y cutre, tipo el Partido Revolucionario Institucional
de Méjico, que ya me contarán como un partido puede ser a la vez revolucionario
e institucional. Bromas aparte, pienso que es imprescindible dar una patadita
donde duele a los partidos arriba mencionados. Porque ya está bien. Porque
estamos hasta aquel sitio. Porque no nos merecemos que nos roben. Porque
necesitamos con urgencia regenerar el país y sus instituciones como paso
imprescindible para regenerar la economía.
Por otro lado
creo que hay alternativas sensatas. Para el votante de ideología socialdemócrata
esta UPyD, que no deja de ser una escisión del PSOE que cree en la idea de
España. Para el votante conservador está VOX, de reciente creación y con
elementos procedentes del PP y herederos de ideas sensatas acuchilladas sin
piedad por Mariano y sus comparsas. Para el votante más de corte cívico independiente
la opción puede ser Ciudadanos.
En todo caso
cualquiera de las opciones no PSOPE casi me vale. Cada voto en este sentido,
con o sin representación parlamentaria, resta un poquitín a esos porcentajes
obscenos de mayoría aborregada que sigue erre que erre apoyando a los de
siempre. A ver si lo conseguimos.
Gracias por
leerme.
Juan Rodríguez