Hola a todos,
Hago un
paréntesis en temas económicos por un motivo muy simple. En los últimos días he
tenido conocimiento de que personas queridas y cercanas han caído víctimas de
ese gran monstruo que es el desempleo. Por lo tanto tengo un enfado
considerable y prefiero no escribir sobre temas tan deprimentes. Baste decir
que este gobierno y el anterior son tal para cual, unos miserables, unos
canallas que están llevando a varias generaciones de españoles a la ruina. Dejémoslo
así.
Voy a hablar por
tanto de otros asuntos. En este caso quiero dar a conocer costumbres sociales y
políticas del otoño británico. Para dejar constancia y para dar lugar a la reflexión
sobre nuestros hábitos políticos y patrióticos.
La primera tradición
son las convenciones de los partidos políticos. Durante las tres últimas
semanas, empezando con el Partido Liberal Demócrata, siguiendo con el Partido
Laborista y terminando ayer mismo con el Partido Conservador; hemos tenido la
oportunidad de escuchar a los principales miembros de los tres partidos
mayoritarios. Este “ritual” tiene lugar cada año y aunque se puede decir que
estas convenciones no sirven de gran cosa, siempre es bueno que haya una actualización
frecuente de las políticas y medidas que propone cada uno de ellos.
La convención Liberal
Demócrata se centró alrededor del liderazgo de Nick Clegg. El gobierno de coalición
con los conservadores está pasando factura a este partido, que intenta con
dificultades distinguirse de los Conservadores. O en otras palabras, tratan de
evitar la pérdida de votos hacia los conservadores (los que en realidad
gobiernan al ser partido mayoritario) y hacia los laboristas (como alternativa
de poder). Un acto de malabarismo que de momento permite a Clegg seguir siendo
el líder del partido.
La convención laborista
tuvo como argumento central las dudas sobre su líder, Ed Milliband, que no ha
terminado de convencer desde que por sorpresa ganase las elecciones a encabezar
su partido. Por tanto el discurso de Milliband fue esperado con enorme expectación.
Personalmente nunca he visto a este líder demostrar la dialéctica o el
liderazgo necesario para aspirar a descabalgar a los conservadores. El desastre económico que dejó el Gobierno de
Gordon Brown es una referencia constante que aprovechan los conservadores aun mucho
tiempo después de estar en el poder. Sin embargo su discurso, sin usar papeles,
estuvo muy bien ejecutado y sorprendió gratamente tanto a los fieles como a la
prensa. Yo coincido con esas opiniones y me alegra que el líder de la oposición
mejore en sus habilidades y muestre una mayor solidez. Creo que eso es
importante para la democracia.
Por último los
conservadores han tenido que lidiar con una economía que no termina de despegar
y la eterna historia de las luchas internas de poder entre Boris Johnson,
alcalde de Londres y David Cameron, primer ministro. En el tema económico el ministro
de Economía (George Osborne) reiteró la voluntad del gobierno de reducir el déficit
y cuadrar las cuentas. Un discurso muy polémico donde se anunció que el estado
del bienestar va a ser recortado con cierta dureza. Por su parte Boris Johnson,
un muy excéntrico personaje que es de los pocos conservadores que se permite
discrepar abierta y reiteradamente con las políticas del gobierno, hizo un
discurso lleno de humor donde manifestó su apoyo al gobierno. Es un personaje
ambicioso, pero sabe que ahora no es el momento de hacer ruido dentro del
partido. Por otra parte acaba de ser re-elegido alcalde. O sea, no es el
momento para aspirar a más altas glorias. Pero lo hará en su momento.
La convención tuvo
como pieza estelar el discurso de Cameron. Fue un discurso con una enorme carga
emocional que hizo guiños múltiples a los fieles del partido. Hay que reconocer
que la habilidad dialéctica de Cameron es elevadísima, pero a mí me da la sensación
de que es uno más de estos políticos modernos: incoloros, inodoros e insípidos.
Mucha palabrería y poco trigo. Siempre pendientes de la opinión pública. Como
era previsible, el tema de Europa, tradicional motivo de discrepancia en el
partido, se evitó casi por completo.
Y así, poquito a
poquito, los días se acortan y las hojas de los árboles amarillean. Poca chicha
en las convenciones este año. Pero considero que hacer una convención anual es algo
positivo. Al final, mucho o poco, hay que hablar de algo. Y los electores
pueden ir haciéndose una idea de sus preferencias. Aquí, al contrario que en
España, la fidelidad del voto es reducidísima. O sea, si al final nos van a
tomar el pelo, por lo menos que se lo curren.
Me gustaría ver a
Mariano y sus mariachis explicar su política constitucional, su política antiterrorista
y sobre todo su política económica. Un año después de haber empezado a
incumplir muchísimos de sus compromisos electorales.
Gracias por
leerme,
Juan Rodríguez
Una de las cosas que tenemos que aprender en España (de los ingleses) es que, ante todo y sobre todo, las elecciones son para castigar al mal gestor, al pesimo administrador; porque somos los "accionistas" de la empresa. Que hacen mal su trabajo; fuera, se les retira. Lamentablemente nos falta cultura democratica para llegar a ese nivel y la mayoría de los españoles solo votan por los colores, de manera "futbolizada" sin pararse a analizar lo realizado por los candidatos durante los cuatro años. ¿Quien sabe? Quizás, algún día...
ReplyDeleteYo no creo que seamos peores que otros paises (ni te acuso a ti de decir tal cosa, que quede bien claro), pero estamos anclados en el topicazo y en la cerrazon de no cambiar las cosas.
ReplyDeleteUna convencion anual de los partidos donde haya debate y la gente se moje es dinero bien gastado.
Unas elecciones internas, libres y democraticas es un ejercicio muy saludable. Por ejemplo, Aznar nombro con su dedo caprichoso a este paquete que tenemos que padecer ahora en el peor momento. En una votacion tambien hay margen para el error (no es que ZP fuese un fenomeno), pero al menos hay un elemento democratico.
Otro fenomeno saludable es que los diputados discrepen de su gobierno. En GB nunca se considera mayoria absoluta la mitad mas uno. Simplemente porque en ciertos temas es muy posible que 20-30 diputados no apoyen a su gobierno o voten directamente en contra. Y no sucede absolutamente nada.
Queda mucho por hacer. Yo diria que ahora mismo es tiempo de reformas. De dejar la cerrazon en el armario y considerar opciones que vayan de forma ambiciosa en la buena direccion.
Voy a dejar un link que creo que es fantástico. Al hilo del asunto, se verá no solo que nadie se hace responsable, sino que los políticos que salen en el vídeo aún justifican el despilfarro...
ReplyDeletehttp://www.rtve.es/alacarta/videos/comando-actualidad/comando-actualidad-podiamos-permitir/1549098/
En cuanto a la regeneración política, pongo un link con 5 cosas que se podrían hacer.
http://politica.elpais.com/politica/2012/10/13/actualidad/1350157302_692662.html
salu2
Excelentes enlaces Juan Carlos.
ReplyDeleteMuchas gracias. El de TVE es espeluznante.
Y estas gracias siguen costando una pasta. Los intereses, el mantenimiento...