Hola a todos,
Si algo tengo
claro, es que un ingrediente imprescindible para salir de la crisis económica es la energía.
Me refiero a la energía humana, la que conduce a la creatividad, la
persistencia, el trabajo duro y todos los demás ingredientes del éxito, y a la
otra energía, la de toda la vida, la que la física clásica definía como “la
capacidad para realizar un trabajo”.
Dedicaré este
artículo a la segunda y a su importancia económica. La energía es uno de los
factores productivos esenciales de un país. Su disponibilidad, su abundancia y
por supuesto su precio son factores básicos de la productividad y por tanto de
la competitividad. Recordemos que uno de los elementos esenciales de la crisis
del Euro es precisamente la convivencia de economías muy diferentes bajo una
misma moneda. Una eurozona más equilibrada requiere competitividades similares
en los países que la componen.
España acarrea un
problema energético desde hace décadas. Por un lado tenemos que importar la
casi totalidad de los combustibles fósiles que necesitamos: petróleo, gas y carbón.
El poco carbón nacional disponible es poco competitivo. La energía nuclear
nunca se ha usado en todo su potencial a pesar de ser muy eficiente, pero disponemos
de una cierta abundancia de energía hidroeléctrica. En los últimos años la
presencia de las nuevas renovables (eólica, termosolar y fotovoltaica) ha
aumentado mucho, pero también a base de fuertes subvenciones y de tener
preferencia a la hora de ser consumida. Estas energías, de escaso rendimiento y poco confiables, son consecuentemente las menos eficientes económicamente.
De todo lo
anterior se deriva la existencia de un “déficit de tarifa” que yo entiendo como
una deuda del estado con las compañías eléctricas por obligar a estas a vender
el kilovatio hora por debajo de su precio de coste real. En un esfuerzo por
controlar este déficit el recibo de la luz ha experimentado fortísimas subidas
en los últimos años.
En este tipo de
circunstancias es en el que se han promulgado las últimas medidas del gobierno
sobre la ordenación de la industria energética. Este paquete de medidas supone
la mayor creación de nuevos impuestos y tasas que yo recuerdo en un solo
decreto ley. Impuesto a la nuclear (que supondrá la puntilla a esta politizada
forma de energía), a la hidráulica, tasas verdes a los combustibles y alguna
tasa más de tapadillo de la que ahora mismo no me acuerdo. Estas medidas y la
permanencia de unas subvenciones exageradas a las renovables (excepto la hidroeléctrica
que recordemos que también es renovable) supondrá que todos los problemas energéticos
de España permanezcan o se agudicen. El precio de la energía, consecuentemente,
seguirá disparado. Y naturalmente se introduce un elemento disuasorio a la hora
de invertir en generación eficiente de electricidad debido a la inseguridad jurídica
y a la introducción de nuevos costes. Quiero desde este foro felicitar al
ministro Soria (la marioneta) y al también ministro Sr Montoro (el que mueve
los hilos) por resolver de forma tan brillante una reforma imprescindible.
La disputa
pública entre ambos ministros y las más que presuntas relaciones de Montoro con
el sector de las renovables (Abengoa, consultoras, amigos) ponen la guinda a
una política energética que dificultará un poquito más la recuperación de
España. Por todo ello, muchísimas gracias.
Imagino que en el
siglo XXI en Europa es difícil que llegue a haber apagones. No será que no lo
han intentado. Me dicen amigos que en el Reino Unido, en los 70, los había. No
hay mucha gente que conozca este detalle. Tampoco mucha gente sabe que se
necesitó un rescate del FMI. Espero que no se dé ninguna de estas
circunstancias en el caso de España. Para eso está Francia con su montón de
nucleares generando energía barata que se puede vender con buen margen al
vecino necio del sur.
¡En qué manos estamos!
Gracias por
leerme,
Juan Rodríguez
Particularmente, en lo que se refiere al déficit de tarifa, prefiero tirar de libro de historia. No se tenía que haber creado, es más, los que en su día criticaron la creación, cuando llegaron al poder, lejos de solucionar el problema, lo agravaron... ¿hasta cuando la patata caliente ha pasado de unas manos a otras? Pues hasta que se ha convertido en insostenible, justo en el peor momento en el que afrontar una subida tan grande del precio de la energía, ahora mismo.
ReplyDeleteSomos fagocitadores de energía, nos hace la vida mucho más cómoda y sencilla, pero en nuestra habitual hipocresía la queremos barata pero sin tener que lidiar con la realidad de la generación. Nucleares no porque son peligrosas y altamente toxicas (especialmente si se construyen sin tener en cuenta la realidad geológica del país); eólica no porque estropea el paisaje (las offshore son las más continuas pero se pierde una idílica puesta de sol en el mar); solar solo puede dar apoyo por el día... y si no se pone a llover; etc. Todo no puede ser, y la gente debe aceptar esa realidad.
Hasta donde llego con mi conocimiento de la situación, para afrontar la generación eléctrica hace un plan global de producción mixto (es decir, sin descartar ninguna forma de generación) con un gobierno con pretensiones a largo plazo (y no de esos que solemos tener que se limitan a pensar en la reelección).